Xole Aramendi
Erredaktorea, kulturan espezializatua
Entrevista
Ángeles Toledano
Cantaora

«Es un error pensar que el flamenco se tiene que conservar puro por miedo a la pérdida»

Ángeles Toledano se subirá al escenario de la Sala BBK este viernes para presentar su disco debut ‘Sangre sucia’, aplaudido tanto por el público como por la crítica. Es su primera actuación en Euskal Herria.

Ángeles Toledano actúa en la Sala BBK de Bilbo.
Ángeles Toledano actúa en la Sala BBK de Bilbo. (Mara ALONSO)

No ocurre todos los días que tu primer trabajo reciba el aplauso tanto de crítica como de público. Es lo que le ha ocurrido a Ángeles Toledano (Villanueva de La Reina, Jaén, 1995). ‘Rockdelux’ y ‘Mondo Sonoro’ lo han incluido entre los mejores discos de 2024.

«Es muy emocionante, no esperaba que fuera a tener esta acogida. Para mí ya es un sueño que lo hayan tenido en cuenta. Se lo agradezco infinitamente, nos ayuda mucho a la hora de seguir aportando. Yo lo vivo con mucha ilusión y motivación, y también con mucha responsabilidad; ahora hay que defender el disco», dice.  

Ángeles Toledano participa este viernes (20.00) en el ciclo Punto Zero de la Sala BBK de Bilbo. Se trata de la primera vez que la cantaora se presenta ante el público vasco. «Es emocionante y también es un reto que me conozcan a mí y que yo pueda conocer al público», reconoce. Y lanza una invitación: «No hay que pensar ‘es flamenco y no lo voy a entender’, invito a cerrar los ojos y a sentirlo».

Conoce de sobra la experiencia de subirse a un escenario. Lo hizo por primera vez a la edad de ocho años. «Casi ni recuerdo el momento. Tenía mucho miedo y nervios, y sinceramente ni lo disfruté. Canté una granaína y media y ‘Los camparilleros’. Con las manos puestas en las rodillas, no me moví nada. Simplemente miraba al micrófono y cantaba. Quería que pasara el momento», confiesa con una sonrisa.

A partir de entonces le entró en gusanillo. Hasta ahora. «Empecé a romper con ese miedo, aunque todavía siento mucho respeto a subirme al escenario, me pongo nerviosa. Para mí los directos son muy importantes, es lo que he hecho siempre. Tengo que seguir trabajando en ellos, me gusta cuidar mucho todos los detalles. Y ahora me siento responsable de dar lo mejor en escena», cuenta.

Responsabilidad. El sentimiento que siente ante su profesión, ante su público, está presente a lo largo de la entrevista. «Cada palabra que se pueda decir o cantar tiene que pasar por el filtro de la responsabilidad y del compromiso en poder postular un discurso con un criterio fiel a lo que siento; yo lo vivo así».

«Cada palabra que se pueda decir o cantar tiene que pasar por el filtro de la responsabilidad y del compromiso en poder postular un discurso con un criterio fiel a lo que siento; yo lo vivo así»



Ha invertido dos años en la creación del disco. Ha querido que el concierto sea fiel a la grabación de estudio. «Me apetecía la idea de que la experiencia se cuidara tanto en casa como en el concierto, aunque en el caso de escucharlo en directo la conversación que mantengo con el público se redondea del todo», cuenta.

En la gira de presentación la acompañan Benito Bernal a la guitarra, Manu Masaedo (batería, percusiones y samplers) y Belén Vega y Sara Corea (coros y palmas).

La pasión por la música se le despertó de niña. «Ponía flamenco, lo aprendía y lo cantaba. Cada vez mis inquietudes eran mayores, iba aprendiendo más, absorbiendo más. Todo fue muy orgánico, no tenía la pretensión de ser artista. La idea no estaba en mi cabeza pero ya la ejercía», recuerda.

Hoy en día sí, ha elegido el lugar en el que está. Le preguntamos si el hecho de no pertenecer a una saga conocida del flamenco le ha dificultado el camino realizado. Asiente. «En mi familia nadie se dedica a nada relacionado con el arte. He tenido que tocar muchas puertas. Además, el flamenco se vive más en el día a día en la Andalucía occidental. En la parte oriental, en Jaén, tenemos grandes maestros pero no tenemos tantas oportunidades como en Jerez o Sevilla, por ejemplo. Allí hay muchos tablaos... Mis padres y mi abuelo me ayudaron mucho. Me llevaron a muchos lugares en el camino del aprendizaje del flamenco. Entre semana un día a Granada y otro a Sevilla. Me tenía que mover y compaginarlo con mis estudios en el instituto. Y los fines de semana fui cogiendo tablas en concursos o en las peñas para poder seguir aprendiendo».

Escritura

No se limita a cantar. Todos los temas nuevos de ‘Sangre sucia’ han sido escritas por ella, aunque también ha conservado algunas de las letras que le gustan del repertorio popular. Nos interesa cómo vive la experiencia de la escritura. «Escribir, por una parte, me sirve de desahogo. Y por otra parte quiero encontrar un lenguaje propio, con el que nuestra generación flamenca se sienta identificada. Sin poner límites a que cualquier persona de mi generación lo haga, ya que es un lenguaje muy callejero».

No quiere que etiqueten su música como nuevo flamenco. «Lo hacen para darle más modernidad, pero yo creo que el flamenco en sí es contemporáneo. Dado que no puede cerrarse en una partitura, incluso no puede escribirse en una partitura –por mucho que se intente es imposible– al ser de tradición oral, es una música viva. Sería un error decir que lo que yo hago es nuevo flamenco, el flamenco es nuevo cada día. Esa etiqueta me aleja de lo que soy, que es flamenca, una flamenca que utiliza las herramientas que tiene alrededor», subraya la cantaora jienense.

Está convencida. No hay nada más impuro que el flamenco. «El mestizaje cultural andaluz e ibérico es enorme, es un error pensar que el flamenco se tiene que conservar puro por miedo a la pérdida. En los primeros escritos de flamenco ya se hace alusión a que se está perdiendo... se lleva perdiendo desde que nació, porque nunca llueve a gusto de todos, y menos de quienes ponen las normas y quieren que se sigan», dice.

«En los primeros escritos de flamenco ya se hace alusión a que se está perdiendo... se lleva perdiendo desde que nació, porque nunca llueve a gusto de todos, y menos de quienes ponen las normas y quieren que se sigan»



El disco tiene ecos de flamencas como La Niña Pastori y Remedios Amaya y escritoras como Sara Torres. De niña sus referentes eran masculinos. Todo ello se reflejó en su cante. «En esos primeros momentos de construcción todo me llevaba a cantar en una tesitura muy masculina. No pasa nada, forma parte de mí y ha construido mi personalidad cantando. Pero cuando vi las posibilidades de colocación y tesitura en la parte femenina se me abrió un camino por explorar en el que me encontraba más cómoda». 

‘Sangre sucia’ está atravesada por la sororidad. «Debemos estar unidas y apoyarnos, no solo en la música, sino en general. Yo con mi círculo de mujeres lo hago y ellas hacen lo mismo conmigo. Más en este mundo de la música, donde pasamos por tantas situaciones tan violentas y feas. Como toda la sociedad, está bajo el yugo del patriarcado».