Con «Steph» cambió el juego; Curry es el primer jugador en anotar 4.000 triples
Ya que sigue en activo, nadie se atreve a decir dónde pondrá su registro final de triples, pero es que Stephen Curry ha anotado más de 4.000, cuando tiradores como Reggie Miller o Ray Allen se retiraron sin llegar a 3.000. Con su rango infinito, el base de los Warriors ha moldeado el basket.

El primer paso de Michael Jordan. Las asistencias «mirando al tendido» de ‘Magic’ Johnson. El ‘Finger Roll’ de Julius Erving. El ‘Sky Hook’ de Kareem Abdul-Jabbar. El ‘one leg fade away’ de Dirk Nowitzki. Hay tiros y jugadas que no solo se asocian a un jugador, sino que trascienden una época, al punto de que se convierten en una referencia cuando aún están en activo, por no hablar cuando deciden retirarse.
Obviamente, antes de la irrupción de Stephen Curry en la NBA ya habían existido grandes lanzadores de triples, primero como ‘raras avis’ en una NBA que no aceptó la presencia del lanzamiento de tres puntos hasta mediados los años 70 –la extinta ABA fue la primera a principios de los 70 y el baloncesto FIBA no dio el paso hasta la temporada 1984/85–, y luego de «especialistas» como John Paxson o Steve Kerr en los Chicago Bulls campeones, pasando por estrellas como Larry Bird, hasta que con el tiempo hasta los pívots más clásicos salieron «de la cueva de la zona» –concepto en propiedad del periodista vizcaino Gonzalo Vázquez– y entrase el juego de lleno en una era en la que el triple y el tiro debajo de canasta aniquilaron casi por completo la distancia media.
Pero con Stephen Curry el juego cambió. Con Klay Thompson como principal compañero de «correrías» sobre el parqué, los Splash Brothers –onomatopeya del balón atravesando la red limpiamente– le dieron un vuelco al juego. Thompson con un rol más de especialista, tocando poco balón y saliendo de los bloqueos para ejecutar a la carrera. En el caso del hijo de Dell Curry –«muñequita linda», según el finado Andrés Montes–, la cuestión no es tener el triple como recurso, sino como arma principal, al punto de tener que arrastrar una marca y no pocas ayudas a defender un tiro desde ocho, nueve... diez... once... o más metros.
La respuesta
¿Y por qué? Pues obviamente, porque las encesta. A pesar de tomarse no menos de cuatro triples por partido, en unos cálculos que parten de la campaña 2012/13, ‘Steph’ Curry anota por encima del 42% de sus bombazos lejos, solo por detrás, y por poco, de Steve Nash y Kyle Korver, cuyo volumen de tiros no era, ni de lejos, el de la estrella de los Golden State Warriors.
Es decir, por primera vez en la historia del baloncesto, los defensores afrontan a atacantes que pueden asumir con peligro real tiros desde más allá de los nueve o diez metros, en no pocos casos con los talones mucho más cerca del círculo del dentro que de la línea de tres puntos –a 7,24 metros en la NBA–, sin que al entrenador de turno le dé un síncope. ¿Qué ayuda puede llegar a diez metros? ¿Qué rotación defensiva puede haber en un quinteto capaz de anotar de tres por entero, al punto de que los tiros que antes solo se hacían a la desesperada ahora también hay que puntearlos?
He ahí el legado de Stephen Curry al baloncesto. Porque ojo, ese peligro latente también esconde el dejar la zona desguarnecida a penetraciones, alley oops y otras canastas fáciles debajo de una canasta con la vigilancia perdida en «alta mar».
El bueno de ‘Steph’ llegó a la NBA avisando de lo que podía hacer, al ostentar un récord aún vigente en la NCAA, como es anotar 162 triples en una campaña con la Universidad de Davidson College, en Carolina del Norte, donde estuvo entre 2006 y 2009 antes de dar el salto a la NBA –en 2022 Curry volvió a esa misma universidad a completar sus estudios y es, desde poco antes de llegar a los 4.000 triples, asistente del manager general para el programa de baloncesto masculino de la misma universidad, amén de que contribuirá a la creación de un fondo de más de 10 millones de dólares para apoyar a los equipos masculinos y femeninos–.
Y en estas, el pasado día 13 –un día antes de cumplir 37 años–, Stephen Curry alcanzaba la frontera de los 4.000 triples encestados. No es que sean muchos, es que no tiene nombre. A día de hoy solo James Harden supera la barrera de los 3.000 triples anotados: 3.127, cuando Curry logró atravesar la frontera de los 4.000. El tercer clasificado, retirado con 2.973 triples, es nada menos que Ray Allen, campeón de la NBA con Boston y Miami. Damian Lilard, estrella de los Trailblazers que ahora comparte condición estelar con Giannis Antetokounmpo en Milwaukee, suma 2.794, seguido por un Klay Thompson al que las lesiones le han impedido seguir con su carrerón como tirador legendario, cerrando el Top 10 jugadores como Reggie Miller –2.560–, LeBron James –2.542, en 21 años de carrera–, Kyle Korver, Paul George y ¡Vince Carter! –especialista en mates devenido en tirador, con 2.290 triples, para dilatar su carrera por encima de los 40 años–.
De estrella a especialista
Una pieza realizada para la ESPN por los periodistas Zach Kram y Chris Herring recuerda que la capacidad metódica de Curry en sumar los triples de mil en mil. De 0 a 1,000 triples: octubre de 2009 a enero de 2015 (5 años y 3 meses). De 1,000 a 2,000: enero de 2015 a diciembre de 2017 (2 años y 11 meses). De 2,000 a 3,000: diciembre de 2017 a diciembre de 2021 (4 años y 0 meses). De 3,000 a 4,000: diciembre de 2021 a marzo de 2025 (3 años y 3 meses).
Manteniendo este ritmo de anotación y convertido en especialista mientras la ley de vida reduce su velocidad de movimientos y ejecución, ¿podría llegar a los 5.000 triples anotados? No seré yo quien apueste dinero diciendo que no. ¿Alguien, de entre los lectores, recoge la apuesta?
«Siento que estoy viviendo un sueño constante», dijo el propio Curry a principios de este mes sobre su camino hacia la frontera de los 4.000. «Es genial que exista esa broma de que establezco un nuevo récord cada vez que encesto un triple. Pero intento no pensar demasiado en ello [los diferentes hitos marcador], porque la última vez que lo hice, me preocupé por unos cinco partidos», declaraba.
Como queda demostrado, la longevidad deportiva es cada vez más moneda corriente entre los jugadores. Por más que los achaques, las lesiones y la frescura de las piernas de nuevas camadas que se hicieron adultos viendo los triples de Curry dificulten la tarea, el que tiene clase, no la pierde. Por otro lado, si bien el talento del tirador puro no se pierde, mal haría Steve Kerr o el entrenador de turno en seguir dándole las llaves del equipo a un Stephen Curry que hace años pasó su pico de forma y juego.
Otra cosa sería aprovechar su talento innato al servicio de nuevos referentes capaces de guiar al equipo a la postemporada y a la pelea por el anillo. En tal caso,, el base de Akron –ya es casualidad que dos genios del basket compartan localidad de nacimiento– podría afrontar el ocaso de su carrera deportiva como un tirador temible aún con 40 años, siempre y cuando se le racionen los minutos y se le vaya despojando poco a poco de la responsabilidad de crear juego.
El trabajo de Kram y Herring le da a la estrella de los Warriors un 39% de posibilidades de alcanzar los 5.000 triples en su carrera. Incluso tiene un 6% de posibilidades de alcanzar los 5.533 triples en su carrera, tantos como Ray Allen y Reggie Miller juntos. Con todo, el modelo estadístico de estos dos periodistas estima que Curry se retirará con un total de 4.893 triples.
Mirando sin prisas al futuro
No hay marca que no se vaya a superar un día u otro, como LeBron James con el tope anotador que puso en su día Kareem Abdul-Jabbar, pero a día de hoy no hay nadie, y nadie es nadie, que amenace con toserle a Stephen Curry en «su» especialidad. Hay menor distancia entre James Harden, segundo clasificado del ranking y Vince Carter, el décimo, que entre Curry y Harden.
No por ello dejará de haber triplistas y el propio ‘Steph’ Curry un día u otro se retirará. La salud, la longevidad deportiva y la mejora en la recuperación del deportista en la medicina deportiva hará que los perseguidores de la estrella de los Warriors algún día empiecen a acortarle distancia, pero si hay que acortarle distancias a un jugador que ya ha superado la barrera de los 4.000 triples, es que el juego ha de derivar por ahí, algo que a la NBA no termina de hacerle gracia, en cuanto que espera que esta fiebre por el triple se aplaque alguna vez y sean otros recursos de otros jugadores los que empiecen a marcar la pauta en la NBA del futuro.
Al final, hay muchos baloncestos dentro del baloncesto, y si bien el juego ya nunca será el mismo por la influencia de Stephen Curry, este es mucho más divertido cuando el triple es un recurso –de primer orden, pero un recurso– y no una huida hacia delante, como bien demostraron los inolvidables Golden State Warriors ganadores de los anillos de la NBA en 2015, 2017, 2018 y 2022.

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