NAIZ

La Audiencia Nacional absuelve a Iratxe Sorzabal pero omite sus denuncias de torturas

Iratxe Sorzabal ha sido absuelta por falta de pruebas de la colocación de un explosivo en el aeropuerto de Alacant en 1995. Durante el juicio, la presa vasca volvió a denunciar las torturas sufridas, hecho que la Audiencia Nacional ha omitido en su sentencia.

Sorzabal, durante su juicio en la Audiencia Nacional.
Sorzabal, durante su juicio en la Audiencia Nacional. (NAIZ)

La Audiencia Nacional ha absuelto a Iratxe Sorzabal de la colocación de un artefacto en el aeropuerto de Alacant, en julio de 1995, que fue desactivado. La sentencia señala que «no ha quedado plenamente acreditado» que fuese Sorzabal quien colocase el explosivo.

Durante el juicio, celebrado hace algunas semanas, la defensa, encarnada por Aiert Larrarte, subrayó la evidencia de que a Sorzabal se le torturó para forzar una autoinculpación «de hasta 22 delitos muy graves». «Fueron horas de descargas eléctricas», recordó la propia acusada.

Pese a las interrupciones constantes del presidente del tribunal, Alfonso Guevara, Sorzabal dio detalles de lo sufrido. «No tenía otra salida que hacer esa declaración. Estuvimos ensayando y me obligaron a firmar lo que fuera. Hubo un momento que yo ya no podía negarme. A la vuelta del hospital me dijeron que me iban a matar, y yo no podía más. Hubiese firmado cualquier cosa. Les dije que firmaba que había matado a Carrero Blanco y se rieron de mí».

Por estos hechos, la Fiscalía solicitaba una pena de seis años de cárcel para la acusada como autora de un delito de estragos terroristas en grado de tentativa.

La Sección Tercera de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, en su sentencia, no hace referencia a las denuncias de malos tratos de Sorzabal, y se limita a señalar que «en las actuaciones existe un vacío probatorio acerca de la participación y autoría de los hechos que se imputan a la procesada».

El tribunal apunta que ese vacío probatorio proviene de la falta y ausencia de prueba de un dato trascendental como es la autoría de la carta manuscrita que el Ministerio Fiscal atribuye a Iratxe Sorzabal en la que se vienen a reconocer los hechos y respecto de lo cual no se ha practicado prueba alguna.