NAIZ

Pierde un testículo por un impacto de foam en el desalojo del gaztetxe de Errekalde

Un vecino de Irala de 33 años ha perdido un testículo como consecuencia del impacto de un proyectil foam disparado por la Ertzaintza durante los incidentes en torno al desalojo del gaztetxe de Errekalde, en Bilbo.

Un agente de la Ertzaintza, porra en mano, observa una de las protestas contra el desalojo.
Un agente de la Ertzaintza, porra en mano, observa una de las protestas contra el desalojo. (Oskar MATXIN)

Una de las personas heridas durante la actuación de la Ertzaintza en el desalojo del gaztetxe Etxarri, en el barrio bilbaino de Errekalde, ha perdido un testículo debido al disparo de un proyectil foam lanzado por un agente desde una distancia de unos veinte metros.

Iker, vecino del barrio de Irala de 33 años, tuvo que ser operado en Basurto como consecuencia del impacto, según ha informado gedar.eus.

Las cargas se prolongaron en la noche del jueves con la detención de cinco personas, que quedaron libres en la mañana del viernes. Este medio digital apunta que uno de los arrestados denunció haber sido golpeado una vez dentro del furgón policial.

La operación de desalojo del gaztetxe se inició ese jueves, después de que varios centenares de personas participaran en una movilización, y se completó en la mañana del viernes, ya sin incidentes.

Minutos antes de las 21.00, la Ertzaintza cargó contra los manifestantes para alejarlos de los alrededores del edificio –que se encontraba ya acordonado– y evitar que se acercaran al lugar.

Desde ese momento comenzaron los incidentes, con el volcado y quema de contenedores de basura, lanzamiento de objetos contra los agentes y cargas policiales que han causado varios heridos.

EH Bildu Bilbo ha catalogado como «desproporcionada» la actuación policial contra Etxarri Gaztetxea y ha lamentado que el desalojo se haya producido «sin ofrecer alternativas a los y las jóvenes que, de manera autogestionada, desde el año 2014, desarrollan en ese espacio un proyecto de modelo de ocio alternativo, que viene a cubrir las necesidades del barrio». «El desalojo no debería ser, en ningún caso, la manera de abordar esta situación», ha expuesto en una nota.

Una manifestación con cientos de personas ha denunciado este viernes tarde lo ocurrido, partiendo de la estación de tren de Ametzola y llegando al Ayuntamiento.

Investigación abierta

La Ertzaintza ha informado de que ha abierto una investigación interna para aclarar las circunstancias en las que resultó herido este hombre. Desde el Departamento de Seguridad han indicado, en una nota, que hasta el momento no se ha presentado ninguna denuncia por esos hechos

Según se apunta en este comunicado, los incidentes se iniciaron minutos antes de las nueve de la noche del jueves, cuando« agentes de la Ertzaintza, que custodiaban el gaztetxe porque estaba previsto su desalojo por orden judicial en la mañana del viernes, fueron atacados por encapuchados con botellas, artefactos pirotécnicos y otros objetos»,

«En el transcurso de estos incidentes, la Ertzaintza detuvo a cuatro jóvenes por atentado contra agentes de la autoridad. Asimismo, quince ertzainas sufrieron diversas lesiones», se añade.

El Ayuntamiento de Bilbo cifra en 6.000 euros los daños materiales ocasionados.

Apoyo de LAB

El sindicato LAB se ha solidarizado con las personas heridas en este suceso, y ha manifestado que «los gaztetxes son espacios para construir un pueblo más solidario y justo», y ha defendido que los jóvenes tengan lugares donde poder organizarse.

Por todo ello, ha denunciado «rotundamente la brutalidad de la Ertzaintza». «Estos hechos ponen de manifiesto, una vez más, la necesidad de un nuevo modelo policial. La Ertzaintza está actuando sin ningún control y sin mecanismos para asumir ningún tipo de responsabilidad», ha acusado.

Así, LAB ha pedido que se aclare cuanto antes lo sucedido para que «se depuren todas las responsabilidades», y ha recordado que «en la memoria de la clase trabajadora vasca son muchas las víctimas y consecuencias de la violencia ejercida por la Ertzaintza, desde la muerte de Rosa Zarra, hasta la del joven Iñigo Cabacas».